- Desarrollo de Habilidades Motoras: Jugar en una piscina de pelotas ayuda a los niños a desarrollar y coordinar sus habilidades motoras gruesas. Al moverse, saltar y sumergirse en las pelotas, los niños mejoran su equilibrio, fuerza y coordinación. Este tipo de juego activo también fomenta la conciencia corporal y la capacidad de moverse con fluidez.
- Estimulación Sensorial: La experiencia sensorial que ofrece una piscina de pelotas es única. La sensación de estar rodeado de pelotas suaves y el sonido de las pelotas moviéndose proporcionan una estimulación táctil y auditiva que puede ser agradable y emocionante para los niños. Esta estimulación puede ayudar en el desarrollo de la percepción sensorial y la integración de la información sensorial.
- Fomento del Juego Social y la Interacción: En una piscina de pelotas, los niños a menudo juegan juntos, lo que facilita la interacción social. Aprenden a compartir el espacio y a colaborar mientras juegan, lo que promueve habilidades sociales importantes como la comunicación, la cooperación y el trabajo en equipo. Además, el juego en grupo en este entorno puede ser una forma divertida de hacer amigos y fortalecer las habilidades sociales.