Estimulación de la Imaginación: Las carpas proporcionan un espacio cerrado y acogedor que puede convertirse en una variedad de escenarios imaginativos, desde una casa en el árbol hasta una fortaleza secreta. Este tipo de juego libre estimula la creatividad y la imaginación de los niños, permitiéndoles inventar historias y aventuras.
Desarrollo de Habilidades Sociales: Jugar en una carpa a menudo involucra a varios niños, lo que fomenta la cooperación y el trabajo en equipo. Al compartir el espacio y participar en juegos juntos, los niños aprenden a comunicarse, negociar y resolver conflictos de manera constructiva.
Mejora del Bienestar Emocional: Las carpas ofrecen un refugio que puede servir como un espacio seguro y privado para que los niños se relajen y se alejen de las situaciones estresantes. Este entorno acogedor les proporciona una sensación de seguridad y puede ayudar a mejorar su bienestar emocional y reducir la ansiedad.